entrevista
Chef Gregory Doyen
Originario de la región francesa de Saona y Loira, el Chef Grégory Doyen comenzó sus estudios en el instituto profesional Le Castel de Dijon, donde aprendió las bases de la pastelería y demostró una verdadera pasión por este universo del dulce. Con el deseo de conquistar la alta pastelería y aprender cada día más, el Chef Grégory Doyen entró en la Escuela Nacional Superior de Pastelería de Yssingeaux donde obtuvo un diploma técnico (BTM) en pastelería, alternativamente a la pastelería Lafaye de Lyon. En 2004, con su diploma en el bolsillo, se fue a París para incorporarse al equipo de Guy Martin en el Grand Véfour.
Desde ese momento en adelante Gregory continuo todo un camino lleno del dulce. En el verano de 2014, el joven pastelero de 29 años se ha dedicado totalmente a su labor de consultoría para numerosas marcas en Rusia y en el extranjero, dentro de su estructura GD Sweet Concept.
¿Cómo empezaste a interesarte por la pastelería?
Vengo de una familia con raíces muy artísticas y relacionadas con los valores2 de la
gastronomía. Lo tuve claro desde el principio. Mi padre es maestro vidriero y hace
esculturas preciosas. A mi madre le encantaba cocinar y me transmitió ese interés por la
cocina y el trabajo de los productos desde muy pequeño. Así que, combinando las dos,
la pastelería era la opción clara y lo que me gusta hacer.
Chef Gregory Doyen; Si no te dedicaras a la pastelería, ¿qué harías?
Me resulta bastante difícil de imaginar, pero supongo que sería piloto porque me
encanta volar.
¿Crees que ser chef pastelero es difícil?
Sí y no. La pastelería es mi pasión y a mí no me resulta difícil, disfruto mucho
trabajando. Pero, igual que en cualquier profesión, siempre tienes que lidiar con
situaciones difíciles para salir adelante.
Si pudieras hablar con tu yo de cinco años, ¿qué consejo le darías sobre su
futuro?
En realidad puedo decir que desde pequeño mi familia me ha apoyado mucho, así que
nunca tuve dudas sobre mi futuro. Supe que me convertiría en el chef que quería ser
desde muy pequeño.
Si fueras alguien muy influyente, ¿cómo contribuirías al mundo?
Animaría a todo el mundo a convertirse en lo que quisieran y perseguir sus sueños. Si
sientes pasión por algo, serás bueno en ello y se te reconocerá.
¿Qué cambiarías del mundo de la pastelería?
Haría que, tanto chefs como amateurs, empezaran a preocuparse un poquito más por la
calidad de los ingredientes, sabores y olores que utilizan en sus recetas, no sólo en el
diseño y las apariencias. Creo que es un problema al que nos enfrentamos hoy en día.
¿Qué piensas del método de enseñanza online?
Las clases online brindan la oportunidad para que todo el mundo pueda aprender. Para
todos aquellos a los que les gusta la pastelería pero no pueden viajar por los motivos
que sean, es una gran opción para aprender de chefs de todo el mundo. El conocimiento
es poder y gracias a la enseñanza online, cada vez es más accesible. Si quieres mejorar
tienes que aprender y, si quieres mejorar rápida y cualitativamente, tienes que aprender
de los mejores.